Capa suelta y transpirable (por ejemplo, pantalones largos y una chaqueta ligera o sudadera). Las mañanas pueden ser frescas, especialmente para las excursiones al amanecer, mientras que los paseos durante el día pueden calentarse.
Evita los pantalones cortos o faldas si es posible: los sillines de camello pueden rozar la piel desnuda.
Las zapatillas o sandalias resistentes con tiras son las mejores. Las chanclas son un no-no debido al polvo y al terreno irregular.
Esenciales para proteger tus ojos del polvo, el viento y el sol brillante que se refleja en las rocas.
De alta SPF para protegerse contra los rayos UV, especialmente en senderos expuestos con poca sombra.
Una gorra, un sombrero de ala ancha o una bufanda ligera (muy popular en la zona) para mantener el sol y el polvo alejados de tu cara.
Para captar las vistas impresionantes: valles, chimeneas de hadas y tal vez globos aerostáticos. Una pequeña correa o bolsa es útil para asegurarla mientras montas.
Algunas excursiones proporcionan agua, pero llevar la tuya asegura que te mantengas hidratado durante el paseo de 1 a 2 horas.
Un poco extra en Lira Turca, USD o EUR (por ejemplo, $5–$10) para dar propina al guía o al cuidador del camello (opcional pero apreciado) o para pequeños gastos inesperados.
Una pequeña mochila o riñonera para mantener las cosas juntas.
Desinfectante de manos o toallitas: las instalaciones son escasas durante la excursión.
Cualquier medicamento necesario (por ejemplo, para alergias o sensibilidad al movimiento).